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  • Foto del escritorDe Pura Casta Web

CASTELLA DESTACA EN UNA TARDE SIN BRILLO EN SEVILLA


Foto: Maestranza - Pagés


Una nueva tarde de expectativa en La Real Maestranza de Caballería de Sevilla que prometía emociones fuertes, donde nuevamente se colgó el cartel de “No hay billetes”, pero que terminó dejándonos con una sensación agridulce; se van celebrando los últimos festejos de la feria de abril y lo que empezó con una explosión de bravura y casta, hoy empieza a declinar por la mala performance de los toros lidiados en las recientes corridas. Una feria que prometía grandes cosas con un inicio apoteósico, se va cerrando entre silencios lamentables. Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Tomás Rufo se enfrentaron a un encierro de Alcurrucén, de encaste Núñez, que volvía después de siete años a Sevilla y que presentó desafíos inesperados, toros mansos y con falta de casta, impidiendo que los toreros lograran trofeos en esta cita.


Morante de la Puebla tuvo una actuación desigual durante toda la tarde, lidiando primero con “Incordioso”, un toro de apertura que resultó ser demasiado parado para cualquier aspiración de triunfo. A pesar de su excelente presentación, el toro fue perdiendo energía y terminó por apagarse. Morante mostró destellos de su personal estilo con algunos muletazos toreros, pero la faena se vio obstaculizada por la falta de fondo y clase del toro. En su segundo turno, Morante se enfrentó a “Cara-Sucia”, un ejemplar de Alcurrucén que, si bien presentó mejores condiciones, mostró poca fuerza y acabó perdiendo movilidad ante la voluntad del torero que nada pudo rescatar. A pesar de la torería y detalles artísticos, el maestro terminó siendo silenciado tras no acertar con el acero. Los toros no le embistieron a Morante en esta feria, pese a haber sido la base del cartel sevillano, el diestro se marcha de vacío, como el mismo lo dijo: “No ha sido una Feria alegre para mí”. Aún tiene una cita más en el mes de setiembre, donde se espera que ese idilio entre Morante y Sevilla resurja, todo depende del toro.


Sebastián Castella fue el torero que estuvo más cerca de lograr un triunfo en esta tarde. Su primer toro, un ejemplar noble pero manso, le permitió realizar una faena con momentos de brillantez. Castella supo leer al toro aprovechando su temple y respondiendo con series buenas por el pitón derecho, con esa maestría que lo caracteriza y que a agigantado con el paso de los años y que arrancaron los aplausos del público. Mucha mayor emoción se sintió cuando la banda empezó a tocarle el bello pasodoble “Juncal”, siguiendo la faena al compás de esas notas que nos recordaban a Jaime de Armiñán, quien falleció a inicios de este mes y que fue director de la serie de televisión del mismo nombre que relata de manera viva el mundo de los toros. Sin embargo, la falta de raza del animal y una estocada desprendida hicieron que la petición de oreja no se materializara. Escuchó una cálida ovación.


Su segundo toro, un colorado con aristas, presentó dificultades desde el inicio. Se mostró totalmente manso, huyendo en todo momento de los varilargueros que prácticamente no pudieron ejecutar el primer tercio. Aun así, se cambió la suerte ante una enorme bronca del público que solicitaba la devolución de la res. Pese a las complicaciones, Castella sabiamente notó las condiciones y comportamiento del animal, sacando provecho de las virtudes del astado y construyendo una faena sólida y con mucha firmeza, metiéndole la muleta en la cara, con pases muy ajustados ante el peligro del burel que se frenaba. Dejó una media estocada tendida y sonó un aviso. El público estaba con él, rindiéndole una nueva ovación, que, como bien se comentó, pudo ser en ambos casos de vueltas al ruedo, las cuales habrían recompensado mejor su notable actuación.


Tomás Rufo cerró la tarde enfrentándose a dos ejemplares de Alcurrucén con poca casta y falta de entrega. El primero de ellos, “Afectivo”, se mostró frío y suelto en la salida, sin mostrar interés en la lidia. Rufo intentó conectar con el toro a través de series templadas, pero la poca emoción y fuerza del animal limitaron la faena. No estuvo fino con el acero.


El último toro de la corrida tampoco ofreció opciones a Rufo. Brindó el toro al respetable, iniciando la faena con dos buenas series por la derecha, dejándole la muleta, pero sin respuesta satisfactoria. A pesar de sus esfuerzos no logró brillar ante un astado que se fue apagando progresivamente. Dejó una buena estocada, pero todo terminaría en un silencio más.


Ficha del festejo

Real Maestranza de Sevilla

Viernes 19 de abril de 2024

Décimo tercera de abono

Lleno de “No hay billetes”

Toros de Alcurrucén, bien presentados, en el tipo propio de su encaste. Faltos totalmente de raza y justos de fuerza, con algo de recorrido el 2º, pero en general no dejaron opciones para el lucimiento.

MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio y Silencio

SEBASTIÁN CASTELLA: Ovación y Ovación

TOMÁS RUFO: Silencio y Silencio

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