Foto: Maestranza – Pagés
La plaza de toros de la Maestranza de Sevilla recibió a una expectante multitud para la décima corrida de la Feria de Abril, logrando colgar nuevamente el cartel de "No hay billetes" con toda la ilusión puesta de los aficionados más exigentes, pues se trataba de uno de los carteles más atractivos de la temporada taurina española. En esta ocasión, los toros de Jandilla y Vegahermosa fueron los protagonistas de una jornada gris que dejó mucho que desear, pues a pesar de ser el encierro con mejores hechuras y mejor presentado en lo que va de la feria, y el hecho de que la ganadería nos tiene acostumbrados a tardes emocionantes y recientemente lo demostraron en la feria de Fallas, hay que tener siempre presente que el toro bravo es un albur en la vida misma de la tauromaquia, un elemento de incertidumbre y desafío constante para los toreros. En cada corrida, enfrentarse a un toro bravo es adentrarse en lo desconocido, una apuesta arriesgada en la que el torero debe confiar tanto en su experiencia y habilidad como en la buena fortuna para alcanzar el éxito. José María Manzanares, Alejandro Talavante y Tomás Rufo componían la terna de lujo, pero lamentablemente no tuvieron el material necesario para mostrar sus cualidades.
El desencanto se hizo presente cuando los toros no demostraron el nivel esperado. El primer toro, de noble pitón derecho, puso a prueba las habilidades de Manzanares, quien se dispuso a sacar lo mejor de él, especialmente en la muleta, donde se vio vociferante y sin conseguir concretar la faena ante la protesta y falta de raza del animal. Más adelante, el alicantino tampoco logró destacar con su segundo toro, dejando una faena sin dirección ni emoción que tuvo que abreviar.
Talavante tampoco tuvo suerte con su lote. El segundo toro resultó violento y difícil de lidiar, siendo despachado rápidamente por el extremeño. El quinto toro, con muy buenas hechuras, ofreció una serie de verónicas suaves de Talavante, pero pronto se fue apagando. El diestro intentó sacar lo mejor del astado, pero no logró levantar una faena que apenas ofreció destellos de buen toreo. Vale rescatar lo acertado que estuvo con el acero ante sus dos rivales.
El joven matador toledano Tomás Rufo, que ya tiene en su historial dos Puertas del Príncipe consecutivas, tuvo algunos de los momentos más intensos de la tarde, especialmente con el primero de su lote, “Zacateca”, que empujó con fuerza en el primer puyazo y se arrancó de manera espectacular desde los medios. Rufo inició su faena de rodillas, mostrando gran valentía y temple, pero el toro se mostró desconcertante y le ofreció un duro reto. A pesar de la bravura y emoción que desprendía, la faena de Rufo fue perdiendo intensidad a medida que avanzaba. Un pinchazo le privó de cortar oreja.
En el segundo de su lote, Rufo buscó sacar provecho de un toro tan distraído como soso, pero la faena se tornó aburrida y sin rumbo. A pesar de ello, el diestro de Talavera de la Reina mostró perseverancia y un par de arrimones que hicieron vibrar a la plaza. Ya lo veremos nuevamente dentro de un par de días ante la corrida de Alcurrucen junto a Morante y Castella.
A pesar del "no hay billetes", el festejo destacó por su falta de emoción y faenas entregadas, pero deslucidas ante astados que no lograron salvar el honor de Jandilla y que dejó una tarde que los aficionados preferirían olvidar.
Ficha del festejo
Real Maestranza de Sevilla
Miércoles 17 de abril de 2024.
Decimo primera de abono
Lleno de “No hay billetes”
Se lidiaron cinco toros de Jandilla y uno de Vegahermosa (4º), de excelente presentación, buenas hechuras y rematados, pero de juego decepcionante.
JOSÉ MARÍA MANZANARES: Ovación y Silencio
ALEJANDRO TALAVANTE: Silencio y Silencio
TOMÁS RUFO: Ovación y Ovación
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