Un breve panorama de los más grandes banderilleros de todos los tiempos entre los matadores de toros (que han cumplido y cumplen con los Tres Tercios), empieza, de hecho en el siglo XIX, pasando por Rafael Guerra ‘Guerrita’ y el ‘Gordito’ Carmona (Antonio), el inventor del Quiebro. Ya en las primeras décadas delSiglo XX (1910-20), es Joselito el Gallo, un excelente garapullero;y, sobre todo, El ‘Indio Grande’ de México, Rodolfo Gaona (que se hiciera famoso al otro lado del ‘Charco’ consu formidable “Par de Pamplona”, inmortalizado en un Monumento). También fue excelso en esta vistosa suerte, Ignacio Sánchez Mejías (el culto y excelente diestro, cuñadode los ‘Gallos’). Igualmente de fácilfue Armillita Chico (Fermín). Un poco más tarde, surge la figura de Pepe Bienvenida ‘Pepote’, considerado el más puro y clásico ejecutor de la Suerte de los Rehiletes.
Siguiendo (en el tiempo), el “Ciclón” mexicano Carlos Arruza, que también dejara para la posteridad, su famoso “Par del Avión”… Destacó Luis Miguel Dominguín como aventajado banderillero, pero, incluso, lo superó, al decir de los entusiastas de esta dinastía, su hermano Pepe Dominguín (que fuera después destacado escritor). Lustros más tarde,vimos en Lima al portugués José Julio, habida cuenta que en Portugal se valora y practica secularmente mucho esta suerte. Por esas épocasse empezó a ‘jugar’ en la cara del toro, hasta conseguir ‘Pararlo’, taliniciara Miguel Mateo ‘Miguelín’, conocido nuestro (quien fuera suspendido un año de los ruedos por haberse arrojado al albero estando de espectador para demostrar algún manipuleo en los toros que lidiaba “El Cordobés”) (Hoy en día, El Fandi, prodiga ese “Parar” a los toros corriendo a cuerpo limpio delante después de clavar los tres pares)… Destacó también sobremanera el portentoso Curro Girón (venezolano). Igualmente fue elegante banderillero Ángel Teruel.Y luego, deslumbró con esta suerte Paquirri, clavando con personalidad en todos los terrenos y en todas las formas: de poder a poder, dándole todas las ventajas al toro; al quiebro; con las ‘cortas’, etc. Igualmente, gustó mucho en Lima Paco Alcalde. Luegoel advenimiento de los hermanos Esplá: con sus pares ‘Al alimón’, el ‘Remolino, en la cara del toro, correr hacia atrás (‘a la torera’), dando la vuelta al mundo conesta sola suerte, sobre todo Francisco que, al tiempo, se convertiría en un maestro de la tauromaquia. Paquito Esplácompartiómuchos pares con El Soro y con el portugués Víctor Mendes, logrando incorporar los pares de ‘la Moviola’,el quebrar los palitroques en las astas del burel… Alternó además con ellosJosé Nelo ‘Morenito de Maracay’, “el Rey del Quiebro” (venezolano, a quien viéramos en Chota).
También en Chota vimos a Miguel Martín e Iván García, de gran tronío en esta suerte. Entre los franceses, “Nimeño II”, fue excelente con los palos. Unos años después, el francés Michel Lagravere (a quien viéramos en Tacabamba), trajo al toreo de a pie, lo que el rejoneador Ginés Cartajena inventó en el toreo ecuestre: “El Violín”, tan prodigado en la actualidad. Con ‘El Violín’, surgió un quinteto de habilísimos rehileteros: Padilla, Ferrera, Encabo, El Juli y El Fandi.
[Viendo torear, en Chota, a Antonio Urrutia, una guapa comentarista televisiva que encanta con su voz de ‘sirena capitalina’ en nuestras plazas, osó repetir aquel tópico de que “¡los toreros mexicanos solo son buenos banderilleros!”: en lo cual está completamente equivocada, porque -si bien ellos gustan de cultivar además del capote y la muleta, las banderillas, como en el caso de los aztecas nombrados, y algún otro como Antonio Lomelín, Luis Procuna (que sólo cumplían con abordar los Tres Tercios, pero sin anteponer el de banderillas al toreo fundamental, que es el de Muleta); empero también es cierto, que ni Pepe Ortiz ni Luis Freg ni Garza ni Juan Silveti ni Silverio ni Fermín Rivera ni El Calesero ni Antonio Velázquez, etc., banderillearon a sus toros. Tampoco entre los de la Edad de Plata: los Capetillo, Alfredo Leal, Cavazos, David Silveti, Manolo Martínez, Curro Rivera banderillearon nunca. Y, orita mismo: ni Jorge Gutiérrez, ni Manolo Mejía, ni El Zotoluco, ni Ochoa; ni tampoco los novísimos representantes de la “Nueva Edad de Oro del Toreo Mexicano” (que dígase de paso, tuvimos la suerte de vaticinar con más de un lustro de anticipación en nuestro libro “Yo soy el Juez”), practican tal Suerte: tales los hidrocálidos “El Cejas” Arturo Masías, Arturo Saldívar, Juan pablo Sánchez, Joselito Adame (nuestro pronosticado ‘Niño Sabio del Toreo Mexicano’ que en sus triunfos del pasado año en Sevilla y Madrid, y del domingo 1º de diciembre en la México, dejó de cubrir dicho Tercio)…; así como El Payo, Diego Silveti (quien justamente, junto a Saldívar y Adame acaban de llenar el “Embudo de Insurgentes”, como lo hacían los matadores charros en los buenos tiempos de la Primera Edad de Oro); tampoco Sergio Flores, ni el que se viene de la Dinastía de los Armillita, el actual novillero Fermín Espinosa ‘Armillita’]… Por lo que, concluimos en lo que respecta a México en que, Gaona, Fermín Espinosa ‘Armillita Chico’, Arruza, ´Joselillo’ y últimamente, Miguel ‘Armillita’ y sobre todo El Zapata (con aportaciones muy imaginativas a este Tercio), son los pocos que se ha prodigado y más han destacado en este tercio.
En el Perú -quizá como ´venganza’ de Santa Lidia por la contundente sentencia de nuestro poeta Felipe Sasone, que bautizó como la “¡Suerte inútil!” a la de banderillas-; tenemos, solo los ‘quiebros’ de Rogelio Cervantes ‘El Inca’ y de Manuel Rodríguez ‘Manolé’, y los quiebros de rodillas del novillero Sargento II, que rayaban en suertes ‘de circo’, por su exposición y peligrosidad crispantes para los espectadores… Y las esperanzas en que Andresito Roca Rey ‘El Andi’, continúe depurando su inmenso arte.
¡Posiblemente siga siendo el más clásico banderillero Pepote Bienvenida. Pero el más espectacular de todos los tiempos es… El Fandi!
¡Suerte, espectaor!
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